Hotel Martini

Empezaré con lo malo: la habitación era un poquito pequeña (sólo cabía la cama) y echamos en falta algún cajón donde guardar cosas, pues sólamente había un armario con baldas. También el cuarto de baño era muy pequeño y se hacía algo incómodo estar "sentado" con la ducha pegada al costado... por último la salita de desayuno, que era también muy pequeña aunque tal vez por las fechas de temporada baja no tuvimos problemas de acceso, y el desayuno bastante pobre. También debo mencionar que, al encontrarse el hotel en una cuarta planta a la qeu se accedía por un ascensor antiguo tipo dos puertas, en dos ocasiones tuvimos que usar las escaleras porque se dejaron la puerta abierta arriba. Sin embargo, dicho todo esto he de decir que la cama era comodísima, el aspecto general (decoración, etc.) era agradable, la habitación estaba muy limpia y era muy silenciosa (y por lo tanto se descansaba maravillosamente) y que el personal del hotel fue amable y solícito. También el emplazamiento era bastante óptimo, al encontrarse cerca de Termini y muy bien comunicado por las estaciones de metro (Reppublica, Termini) y varias líneas de autobuses que atravesaban la ciudad.

Muy buena ubicación, tranquila y sufrir la zona, cerca del transporte público y el punto de que muchos de interesante. Limpio, habitación caliente. Cosas muy agradable.

Tres bon acceuil, lo que equivale a un servicio de francés segunda estrella, lo que el precio es un poco alto, pero como en todos los otros hoteles de Italia .. Nada grave error con el.

Nos sentimos agradecidos por la visita en su hotel, era un agradable hotel con encanto cerca de todo ...